Una de las preguntas más frecuentes para los padres es cuando un hijo tiene que ver a un pediatra. Su hijo puede ver a un pediatra si un médico general desea una opinión especializada sobre la salud, el crecimiento y el desarrollo del niño, o si el médico cree que necesita atención y tratamiento especializados.

Muchas condiciones y patologías pueden detectarse en una visita al pediatra, estas pueden ser difíciles de ver a simple vista. Descubrir estas cosas a tiempo suele ser la clave para corregir los problemas y mantener a un hijo sano.

En términos generales, un niño sano de al menos dos o tres años necesitará visitar a su médico solo una vez al año para un chequeo. Los niños más pequeños tendrán que ir más a menudo.

Un bebé recién nacido debe ver a su pediatra de tres a cinco días después del nacimiento. Deberán acudir de nuevo cuando hayan alcanzado las siguientes edades: 12, 15, 24 y 30 meses, 3, 4 años y así subsecuentemente. 

Las visitas regulares al médico pueden prevenir problemas de salud y enfermedades. Nunca es ideal esperar a que ocurra un problema de salud y luego buscar un tratamiento de emergencia. El pediatra es especialista en encontrar las mejores opciones de salud para el niño.

Las visitas pueden ayudar a los médicos a identificar problemas de salud actuales. Tal vez un pequeño siempre le de gripe o tal vez no tenga un problema de salud sin ningún síntoma. El pediatra puede identificar esas gripas como una alergia o ayudar a detectar un problema de salud más grave antes de que sea demasiado tarde.



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